visita a la granja de camellos de Pechina

El viernes 18 de diciembre, fuimos de excursión a una granja de camellos que hay en Pechina, un pueblo que está cerca de Almería. Solo fuimos los alumnos del "Rosa Relaño". Cuando llegamos era como una rambla de tierra. Al fondo, se veían como 10 camellos en fila, preparados, para que después diéramos un paseo. Encima de ellos  había unas sillas especiales para montar, con dos asientos a los lados. Yo tenía mucho miedo y Telma también, así que fuimos las dos juntas. Montamos en un camello llamado Pepe, era el penúltimo de la fila. Dimos una vuelta pasando por debajo de un puente. En mitad del camino nos partimos de risa, porque el camello de delante estaba haciendo caca mientras andaba y el de detrás se sonaba los mocos en la cola de Pepe, ¡qué asco!
Al terminar el paseo, fuimos a la granja de los camellos. La monitora nos presentó a todos los camellos de la granja. Algunos de ellos son: Lolo, el camello más gordo, Camela la reina, es un poco envidiosa pero le encanta que la peinen,...Cinco de ellos eran los más brutos de la granja; cuatro machos y una hembra. Después de que nos los presentaran, almorzamos y jugamos un poco, ¡ que hambre tenía!.
Luego, peinamos a Camela, la reina y su novío, Walt Disney. Camela era de un color marrón oscuro y Walt Disney era de color blanco. Los dos son tan suaves que me dormía en ellos.
A continuación, jugamos a un juego que consiste en que la monitora nos da la primera pista, que nos dice donde está la segunda y la segunda la tercera,....hasta la décima pista que nos dice donde está el tesoro más preciado de los camellos, a parte del pan.
Cuando llegamos a la décima, los demás buscaron en el sitio equivocado, porque decía: " la última pista está al final del pasillo que hay al lado del corral de Petete ( un camello) en la esquina suroeste". Irene y yo éramos las únicas que lo habíamos comprendido. También había al final del pasillo una puerta. Pensábamos que el tesoro estaría dentro, pero en realidad estaba al lado de la puerta, era un saco de hierba. Pensamos repartirla entre todos y dársela a los camellos que nos habían paseado porque llevaban toda la mañana sin comer.
Cuando terminamos de darles de comer, nos avisaron los monitores de que venían los Reyes Magos. Teníamos que darles nuestras cartas, en las que escribimos qué nos gustaría que nos trajeran.
No me di cuenta de nada, pero cuando llegué a mi casa, mi hermano me dijo que había llegado tarde y que no había comido porque él era Baltasar, uno de los Reyes Magos. Yo me quedé con la boca abierta, pensaba que era mentira pero no, era verdad.
En ese día me sentí supernerviosa, porque iba a ver un camello de verdad.

Texto revisado: Ana María Cabezas Tripiana

VIDEO 1         VIDEO 2

llegamos a Pechina

Montando en los camellos ¡ qué nervios!

¡ Qué suavitos, y cómo les gusta que los peinemos!

Alex ya se ha hecho su amigo

el camello le ha tomado cariño a Ismael y le da un besito

El camello más pequeño de la granja juega con Mohamed

Un poquito de pan para nuestros amigos

Hacemos una búsqueda del tesoro, ¡ qué divertido!

jugamos en el mercado de camellos. Hay que regatear para conseguir el mejor precio.

Venga, todos a comer

Un final perfecto para nuestro día. Vienen los Reyes y les damos nuestras cartas.